En un partido para el infarto, el Xeneize perdió 4 a 3 contra un Vélez que no afloja en ningún frente y sueña con gritar campeón. Boca llegó a Córdoba con toda la ilusión de meterse en la final para salvar el año, pero no le alcanzó y ahora vuelve a Buenos Aires pensando ya en el 2025.
El arranque fue todo de Vélez. Pizzini metió el primero a los 8 minutos, y a los 21 Figal en contra puso el 2-0. Esto obligó a Gago a mover a tocar el equipo temprano: sacó a Miramón y metió a Milton Giménez. Cuando la cosa pintaba para goleada, Cavani apareció justo antes del descanso para clavar el descuento y dejar todo abierto.
Si el primer tiempo fue una montaña rusa, el segundo fue un delirio. Advíncula, que había zafado de la roja antes, siguió pegando y a los 49′ dejó a Boca con uno menos. Pero lejos de caerse, el equipo reaccionó y llegó al empate con un golazo del Changuito Zeballos a los 71‘. Un rato después, Belmonte dio vuelta la historia y puso al Xeneize 3 a 2 arriba.
Cuando parecía que Boca lo tenía, Vélez sacó chapa de líder. En una ráfaga, Bouzat metió dos goles que dejaron al Xeneize sin nada y al Fortín con un triunfo agónico. Ahora Vélez se mete en la final de la Copa Argentina contra Central Córdoba y sueña con cerrar el año a lo grande. Boca, por su parte, tachó otra chance de salvar la temporada y de clasificar a la Libertadores.