San Lorenzo vuelve a ser el centro de atención con el regreso de Miguel Ángel Russo al club, un viejo conocido que llega para salvarlo de un momento preocupante que parece no terminar jamás. Tras la salida de Leandro “Pipi” Romagnoli, la dirigencia encabezada por Marcelo Moretti se puso las pilas y decidió que Russo es el indicado para revivir al equipo. El técnico, que pasó por el Ciclón entre 2008 y 2009, vuelve a ponerse el buzo cuervo con la misión de devolverle la alegria al club.
La situación es complicada. Con un panorama lleno de inhibiciones y problemas dirigenciales, San Lorenzo no puede permitirse más errores. La llegada de Muniain no logró apaciguar las aguas, y la renuncia de Romagnoli dejó un vacío difícil de llenar. Las opciones barajadas, como Pusineri y Lavallén, quedaron atrás ante el deseo de Russo de regresar a los banquillos. El entrenador tiene un gran desafío por delante, pero se experiencia lo respalda.
Con su regreso, “Miguelo” se rodea de un cuerpo técnico de confianza, incluyendo a Claudio Ubeda y Juvenal Rodríguez, quienes lo acompañaron en su paso por Rosario Central. Aún falta definir quién será el preparador físico, ya que Julio Rey no será parte del CT. El club es una olla a presión a punto de estallar, y Russo llega para intentar bajarle el fuego.
La firma del contrato está pautada para el día de mañana. A partir de la misma, se hará cargo de la práctica, pensando en el próximo domingo, donde recibirá al Barracas Central del “Gallego” Insúa en el estadio Pedro Bidegain a las 19 horas.