Brey héroe: Boca sufrió, pero ganó por penales y sigue en la Copa

El Xeneize resistió más de la cuenta en un partido lleno de emociones y polémicas. Tras un empate 1 a 1 en los 90 minutos, Boca eliminó a Gimnasia desde los 12 pasos con Brey como el héroe indiscutido, en una noche donde los incidentes en las tribunas y las decisiones arbitrales se llevaron buena parte de la atención.

En una primera etapa vibrante, ambos equipos se mostraron en su mejor versión: vértigo, ataques punzantes y una buena dosis de juego asociado. Como ya es habitual en la Copa Argentina, los reclamos no faltaron, pero lo cierto es que ninguno logró imponerse del todo. Fue un ida y vuelta constante, con llegadas claras para ambos.

Boca aprovechó la suya y se fue al descanso ganando 1 a 0. Aarón Anselmino, con una aparición solitaria por el segundo palo tras un centro de Luis Advíncula, abrió el marcador a los 9 minutos. Sin embargo, el equipo de Gago nunca llegó a sofocar a un Gimnasia que, con lo que tenía, siempre buscó empatar.

Pero la cosa se calentó en la vuelta de los vestuarios. Mientras los equipos salían para jugar el segundo tiempo, estallaron los incidentes en las tribunas. Un grupo de inadaptados Xeneizes empezó a arrojar butacas y la hinchada tripera respondió rompiendo el alambrado. La policía intervino, lanzando tiros y gas pimienta, pero fue insuficiente ante la multitud. Y ahí fue cuando apareció el ídolo: Juan Román Riquelme se metió en la platea, calmó a su gente y logró que todo volviera a la normalidad.

Ya con la pelota en juego, el segundo tiempo fue una copia del primero. Boca tuvo sus chances de contra, pero no las aprovechó. Los cambios que hizo Gago no surtieron el efecto esperado, y el Lobo aprovechó la suya. Tras un córner, Marcos Rojo, sin querer queriendo, empujó la pelota en contra de su propio arco, dejando todo 1 a 1.

Los últimos minutos no ofrecieron mucho, salvo por las discutidas decisiones del árbitro Baliño, que estuvo más para el aplauso irónico que para las flores. Todo se definió en los penales, una instancia en la que Boca ya se había lucido contra Talleres. Y otra vez, Brey se calzó el traje de salvador: atajó 4 penales, dándole al Xeneize el pase a semifinales con un ajustado 2 a 1.

La clasificación fue un alivio para el equipo de Gago, pero las dudas no se despejan. Boca sigue dependiendo de sus arqueros y no termina de cerrar los partidos con contundencia. Brey fue la gran figura, pero si el equipo no mejora, los hinchas saben que este sufrimiento puede volverse crónico. Para seguir soñando con la Copa Argentina, habrá que corregir muchas cosas y dejar de caminar al filo de la cornisa.

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