El clima en San Lorenzo no puede estar peor. En la previa del clásico con River, el plantel vive un momento de tensión, con deudas, internas y un ambiente caliente que parece explotar en cualquier momento. Gonzalo Orellano estuvo en Fútbol y Transas y contó todo: “En algún momento se especuló con la posibilidad de no concentrar, pero los jugadores decidieron hacerlo”.
Hace un tiempo, la parte más pesada de la hinchada visitó al plantel y se especula con la posibilidad de que lo vuelva a hacer. Gonza nos contó el panorama: “Dependiendo del resultado contra River, veremos qué pasa, pero no es una realidad la visita de la barra”.
Es imposible olvidarse lo que dijeron los hinchas en la última visita: “La próxima no hablamos. Si tienen deudas, escrachen a los que tengan que escrachar y hablen públicamente”. La presión está a tope y la paciencia también.
Por el lado económico, el panorama es un desastre. A varios jugadores se les deben más de cuatro meses de sueldo y nadie responde ante esto. Hay casos como el de Sebastián Blanco que, desde que llegó al club durante este año, aún no cobró y, obviamente, está muy cerca de irse de la institución.
Los hinchas contra la dirigencia y los jugadores, los futbolistas contra los dirigentes, y estos, lejos de encontrar respuestas, parecen que siguen sumando problemas.
Con todo este lío, el equipo irá mañana al Monumental sin haber ganado un clásico en todo el año. “No ganaron tres partidos en el año, no ganaron ningún clásico, ¿por qué lo harían ahora?”, cerró Orellano. Los jugadores se juegan algo más que tres puntos: la relación con la gente y el honor de la camiseta.