A Racing le clausuraron el estadio por un mes, y no hay pirotecnia ni bengalas que justifiquen semejante castigo. Para Flavio, lo que está pasando en el Cilindro es una muestra de cómo los intereses políticos están pisando al club y a sus hinchas.
“¿Vos no sos un tipo popular? ¿Que representás al pueblo? Entonces, ¿por qué clausurar por pirotecnia? Con ese criterio, clausura tenes que clausurar muchos lugares”, cuestionó. Para él, esto va más allá de Racing y es una movida del gobernador Kicillof. “Si estás peleado con Máximo (Kirchner), arreglalo con él, no te la agarres con Racing. ¿Un mes de sanción?.
La interna política no solo deja fuera de las canchas a un montón de hinchas, sino que se siente como un castigo injusto. “Kicillof, ¿vos sos el responsable de que no haya visitantes en la provincia? Porque en Córdoba y Mendoza los hay y son de otros partidos políticos”, agregó Azzaro, poniendo el foco en cómo se manejan las cosas en otras provincias que son gobernadas con otras miradas políticas a las de Axel.
La sanción a Racing parece una medida exagerada, una maniobra que algunos ven como parte de la lucha entre sectores políticos con influencia en Aprevide.
Además, la decisión de clausurar el Cilindro viene justo cuando la dirigencia del club estaba gestionando una pantalla gigante para que la hinchada pudiera ver el próximo partido en el estadio. Pero Kicillof no lo permitió. La medida parece más una vendetta que una cuestión de seguridad.
Para Duka, la responsabilidad va más allá: “Toda de Larreta, Lacunza, Fernando Marín”, acotó, recordando también el rol de Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, quien también tiene su disputa con el kirchnerismo en esta movida.
Al final, Flavio no pudo evitar expresar su indignación: “Estos son los tipos que gobiernan para los populares. ¿Sabés cuánta gente se queda sin ir a la cancha por esto? Gobiernos populares que sancionan festejos, ¿así cuidás a tu gente?”.
Cerró su descargo haciendo énfasis en que poner intereses personales y políticos por encima de los clubes es traicionar a los hinchas, que son quienes le dan vida a Racing, mucho antes de cualquier líder político.