Para comenzar, fue por el camino institucional. Desarrolló el balance Riverplatense, que dio como número final un superávit de 62 millones de dólares y un patrimonio neto de USD 250 millones. En la vereda de enfrente también hubo buenos resultados: Boca tuvo USD 22 millones de superávit y USD 220 millones de patrimonio neto. Números parecidos.
En cuanto a los resultados entre sí, también estuvo igualado. Por la fecha 7 de la Copa de la Liga, igualaron 1 a 1; luego, en los cuartos de final del mismo certamen, el Xeneize eliminó al Millonario, y en el partido por la Liga Profesional, River se impuso con los suplentes.
Si hablamos del mercado de pases, vemos que River gastó casi 40 millones de dólares y Boca 23 millones. Una diferencia sustancial, ya que ambos terminaron el año casi de la misma manera. Si bien con la salida de Demichelis y la llegada de Gallardo se realizaron dos mercados de pases, los de Núñez gastaron mucho y ganaron poco. Boca salió mejor parado.
Si hacemos un análisis de resultados, River fue campeón de la Supercopa Argentina y llegó a la semifinal de la Libertadores, pero también fue eliminado por Temperley de la Copa Argentina, por Boca de la Copa de la Liga y no le alcanzó en la Liga Profesional.
Boca no dio la talla en la Copa Sudamericana, quedando eliminado en octavos de final. No ganó ningún título, llegó a las semis de Copa Argentina e hizo una mala Liga, aunque en las últimas fechas pudo sumar puntos y ganó el superclásico en Cordoba.
Por último, en cuanto a infraestructura, el Monumental y sus alrededores le sacaron una amplia ventaja a la Bombonera. En La Boca han hecho varias modificaciones y el estadio se encuentra en buen estado, pero es difícil de comparar con el estadio totalmente remodelado, con tribunas de 360 grados y un nuevo estacionamiento.