San Lorenzo volvió a perder ante Belgrano y la crisis está abierta por varios lados. La gente está cansada e insultó a todos. Marcelo Moretti, presidente de la institución fue el principal apuntado.
Los silbidos fueron para Altamirano, Campi, Remedi y Luján. Romaña y Muniain fueron los únicos que se salvaron. Miguel Ángel Russo no logró darle una mejoría al equipo.
La relación entre Moretti y los jugadores está quebrada, ya que la dirigencia le debe 3 meses de sueldo al plantel. El último pago realizado fue a fines de septiembre.
Apenas terminó el partido, el dirigente bajó a la nave, el sector antesala al vestuario, para esperar que la hinchada se vaya y así evitar más insultos.
Según la información de Gonzalo Orellano, Moretti tiene prohibido ingresar al vestuario, ya que los jugadores están cansados de las actitudes del presidente a la hora de estirar los pagos, por una deuda que no para de crecer..