Sin llegar en la condición de favorito, el conjunto de Gustavo Costas jugó un muy buen partido y rescató un empate valioso que le da tranquilidad para el partido de vuelta en Buenos Aires.
El partido comenzó con un primer tiempo que dejó mucho de qué hablar en el Neo Química Arena. Racing empezó ganando a los 6′ con un golazo de Salas, que parecía darle tranquilidad al equipo de Costas. Sin embargo, con la lluvia como protagonista, el Timao supo reponerse rápidamente gracias a la enorme calidad de sus jugadores. A los 11′, Yuri Alberto puso el empate después de una gran jugada de la estrella Memphis Depay, y a los 22′, nuevamente Alberto lo pasó a ganar.
Un detalle no menor es que durante todo el primer tiempo ingresaron lentamente los hinchas de Racing, quienes habían sido retenidos por la policía de Brasil a minutos del comienzo del encuentro. Por estas situaciones que no sorprenden en un país donde la seguridad siempre se comporta igual, hubo personas que incluso se perdieron la primera parte completa.
Lejos de bajar los brazos, la Academia salió al segundo tiempo a comerse al rival. Después de un caño y una gran jugada en el día de los golazos, Martirena marcó el empate con un terrible zurdazo al palo izquierdo del arquero. Después de esto, el partido se planchó un poco; si bien los brasileños intentaron, casi no tuvieron jugadas extremadamente peligrosas, salvo una de Depay ya en el último suspiro del partido.
Con un positivo 2 a 2 en condición de visitante, el primer grande volverá a Avellaneda satisfecho para preparar el partido del próximo jueves, soñando con llegar nuevamente a una final después de muchos años. Si bien desde el resultado no se sacaron ventajas, el Cilindro siempre juega su partido y el peso de los hinchas será un condimento fundamental para la motivación de un equipo que nunca te deja a gamba.