Marcos Rojo no terminó la práctica de fútbol y está en duda para el partido ante Unión. Llego al límite y podría ser resguardado por Fernando Gago.

Pintita está evaluando si arriesgarlo o no, ya que se viene una seguidilla de partidos importantes. Luego del Tatengue, visitará a Huracán en el Ducó y la semana que viene, el Xeneize juega la semifinal frente a Vélez por Copa Argentina.

Rojo sufrió varias lesiones a lo largo del año. En la Copa de la Liga del primer semestre tuvo un desgarro muscular en el gemelo y se perdió los primeros 2 meses del año. Volvió en marzo contra Estudiantes de La Plata.

En mayo se perdió 4 partidos entre la fase de grupos de la Copa Sudamericana y el torneo local, por una lesión el muslo. En agosto volvió a sufrir un desgarro, aunque en esta ocasión no jugó 2 partidos.

Luego del superclásico con River no viajó a Córdoba para enfrentar a Belgrano por molestias físicas. A las lesiones hay que agregarle que su nivel futbolístico fue muy bajo a lo largo del año.

Gago, desde su llegada, no solo que intentó recuperarlo, sino que el defensor sumó bastantes minutos por la falta de alternativas en el puesto, tras las lesiones de Lema y Anselmino.