Lentamente, la fecha 19 de la Liga Profesional va llegando a su fin y el campeonato argentino parece ser subestimado por los equipos grandes, que tendrían que ser protagonistas y prefieren deshonrarlo.
El viernes se abrió una nueva jornada del torneo de Primera con River como protagonista. Aunque tiene la cabeza puesta en la vuelta de la Copa ante Mineiro, necesita sumar puntos para la tabla anual y asegurarse un lugar en la próxima Libertadores. Sin embargo, el equipo de Gallardo no pudo ante Defensa y Justicia, que jugó con uno menos gran parte del segundo tiempo. Así, River se aleja del puntero, Vélez, aunque parece no preocuparle demasiado.
El sábado le tocó a San Lorenzo e Independiente, que tampoco pudieron ganar. El Rojo empató de local ante Godoy Cruz 1 a 1, y el Ciclón perdió 1 a 0 en Mendoza contra Independiente Rivadavia, con un gol polémico. Con estos resultados, los de Avellaneda quedaron en el puesto 13 y los de Boedo, en el 22. Muy lejos de la pelea.
El domingo fue el turno de Racing y Boca. La Academia visitó a Banfield con un equipo alternativo, ya que la próxima semana se juega el pase a la final de la Copa Sudamericana, y cayó por 2 a 1 ante un Taladro que venía de tres partidos sin ganar. Por su parte, el Xeneize recibió a Riestra, que venía flojo como visitante, pero que se llevó un empate en la Bombonera. Fue 1 a 1, generando un clima raro en el estadio.
Así, ninguno de los equipos más grandes de nuestro fútbol logró ganar en un torneo que se ve cada vez más desprestigiado; parece que casi nadie le pone interés. Aunque suene triste, está desfigurado, sin descensos y sin la emoción que antes movilizaba a miles de hinchas, esos que, al final del día, son los que le ponen color y pasión todos los fines de semana.
Vélez y Huracán, emulando aquel 2009, y, si se quiere, Talleres, que se ubica en el tercer puesto, son los únicos equipos que se perfilan para este torneo de calidad cuestionable. Un torneo que, lamentablemente, parece importarles poco a los eternos protagonistas de nuestro fútbol.
