¡Después de 36 años Racing volvió a consagrarse campeón de una copa internacional! La locura y la expectativa eran gigantes entre los hinchas de la Academia. Con una movilización enorme de fanáticos que viajaron hasta Asunción para estar presentes en un partido histórico, muchos de ellos haciendo locuras para cumplir ese sueño.

Y el equipo, con Gustavo Costas como emblema de Racing, llegaba de la mejor manera para afrontar la final. Y esa emoción y esa actitud se vio desde el primer minuto de juego. Racing salió a comerse la cancha y enfrente tenía un flojo Cruzeiro, que en el primer tiempo se vio sobrepasado casi en su totalidad por la Academia.

La locura llegó solo a los 3 minutos del partido: para sorpresa de todos, Gastón Martirena se hizo cargo de una pelota que quedó boyando en el área, se acomodó y le metió un bombazo que venció a Cássio e hizo que las lágrimas y los abrazos celestes y blancos cayeran de las tribunas. Pero no iba a ser tan fácil. El VAR se encargó de anular el gol por un polémico offside, que de serlo fue milimétrico, y volvió a dejar todo igualado.

Pero la sangre le quedó en el ojo a Martirena, que se tomó revancha a los 15. Cerca del área por el sector derecho, el lateral volvió a sorprender y con un zapatazo que se le metió a Cássio por arriba, la clavó en un ángulo y ahora sí pudo festejar.

Racing lo pasaba por arriba al conjunto brasilero, que en la defensa hacía agua. Y el goleador de la Academia iba a aprovechar eso. Con un desborde de Sosa, que colocó un centro preciso a la cabeza del 9, Maravilla conectó de cabeza y la mandó al fondo de la red. Locura y 2 a 0. Parecía un sueño. El primer tiempo terminó así y Racing parecía que se lo llevaba por delante.

En el complemento Cruzeiro tuvo que empujar para achicar la diferencia. El cansancio y el desgaste del primer tiempo empezó a pasar factura y el equipo argentino se fue quedando un poco. El 2 a 0 parecía abultado pero no había que confiarse. Y llegó el descuento brasilero: Kaio Jorge cabeceó dentro del área muy cerca de Arias, que respondió bien pero la pelota quedó viva y el delantero lo aprovechó para anotar.

Los nervios se empezaban a notar. El partido se estaba yendo y Racing lo aguantaba para poder coronarse campeón. Cruzeiro empujaba sin mucha precisión pero cada llegada asustaba a todos los de Avellaneda. Y con el afán de ir por el empate, el fondo de Cruzeiro estaba desprotegido. Tanto fue así Racing tuvo dos mano a mano: Salas desaprovechó el primero y todos se agarraron la cabeza en La Nueva Olla, y siguieron sufriendo.

Pero iba a aparecer el 10. Roger Martínez ingresó por Maravilla que salió lesionado y se notó que le costó el partido. Pero la ilusión de que le quede una al colombiano era grande. Y así fue como con un robo en mitad de cancha, Roger se fue con pelota dominada y liquidó a Cássio con un pelotazo fuerte a la derecha del arquero que no pudo hacer nada.

Fue el 3 a 1 y con eso el final del partido. Racing volvió a coronarse campeón de una copa internacional después de 36 años de la mano de un emblema de la Academia como lo es Gustavo Costas, que pudo transmitirles a los jugadores la pasión por el club y lo que representa esa camiseta. ¡Salud campeón!