Con un recibimiento de película, el River de Gallardo salió a buscar la hazaña en el Monumental, pero lo que prometía ser una noche histórica terminó en un frustrante 0 a 0. Así, River se despide de la Copa Libertadores, que se definirá en su propio estadio, pero sin ellos como protagonistas.
La noche arrancó con un aliento ensordecedor de más de 84 mil almas que empujaron al equipo, pero River se quedó sin ideas para concretar. A pesar del dominio casi total del partido, la falta de situaciones claras y la solidez defensiva de Atlético Mineiro, que solo cuidó el 3 a 0 de la ida, desinflaron las ilusiones.
En el segundo tiempo, Gallardo metió toda la carne al asador con Echeverri, Mastantuono y el Pity Martínez, tratando de darle otro aire al equipo. Sin embargo, ni con el empuje renovado logró River el gol que lo pusiera en carrera.
Misión imposible: con una hinchada a la altura de las circunstancias, el Millonario no pudo estar a la altura de su gente. Se va de la Libertadores, dejando una imagen amarga y el foco en una sola cosa: asegurarse la clasificación al próximo año.