La salida de Leandro “Pipi” Romagnoli de San Lorenzo y de Diego Martinez de Boca son las mas relevantes de una amplía y escalofriante lista de entrenadores despedidos en el torneo de los Campeones del Mundo.
El debate sobre si son más importantes las formas o los resultados ya es historia. En el último año, las decisiones de los dirigentes de los clubes argentinos dejaron claro que el único factor determinante es el resultado. Aunque algunos insisten en hablar de “procesos”, la realidad dicta lo contrario.
En 31 fechas, entre los dos torneos, 26 técnicos fueron despedidos. Dos equipos llegaron a tener tres entrenadores en apenas 17 partidos, lo que pone en evidencia lo complicado que es sostenerse en un puesto con tantas responsabilidades y plazos tan cortos.
Un claro ejemplo es Newell’s Old Boys. Empezó la Copa de la Liga con Mauricio Larriera, luego llegó “Gallego” Méndez, y actualmente Ricardo Lunari ocupa el banco. Defensa y Justicia vivió algo similar: comenzó con Julio Vaccari, tras su renuncia asumió Francisco Meneghini, y ahora está Pablo De Muner.
Incluso River, que tras la primera etapa exitosa de Gallardo parecía ser el modelo a seguir, sucumbió a la presión: Martín Demichelis fue despedido tras apenas un año y medio. Así, queda claro que en el fútbol argentino, lo único que manda es el resultado, y la paciencia es una palabra olvidada.