Guillermo Tofoni, empresario argentino, contó detalles sobre el fracaso de Blanquiceleste en Racing y lo que, según él, debería cambiar en los clubes argentinos.

Para Tofoni, el error fue claro: no haber contado con un respaldo económico que garantizara la parte social del club. “Si Blanquiceleste hubiera tenido un respaldo de 50 millones, el desastre podría haberse evitado”, dijo, remarcando la importancia de un fideicomiso irrevocable que asegure el futuro social.

Además, explicó como funcionaria una SAD en argentina: ‘Si o si deben tener fondo que genera intereses anuales para cubrir gastos sociales. Sin esta base económica, cualquier inversión privada queda al borde del abismo. Si no aseguras que el 100% de los socios estén cubiertos, es imposible pensar en invertir en un club”, apuntó.

El problema en Argentina es que el fútbol está profundamente atado a lo social. Los clubes no solo tienen hinchas; también cuentan con una estructura de actividades que necesita ser sostenida. Para que un inversor ponga dinero, debe saber que esas actividades sociales están cubiertas. De lo contrario, el miedo a la privatización sigue vivo.

Tofoni también comparó a Argentina con el resto del mundo. De los ocho países campeones del mundo, Argentina es el único que se resiste a las Sociedades Anónimas Deportivas. “Algo estamos haciendo mal si somos los únicos en negarnos”, reflexionó, mencionando cómo en Europa y Brasil los clubes mejoran infraestructura y nivel gracias al capital privado.

Según él, la situación actual de los clubes argentinos es insostenible. Los dirigentes venden jugadores a precios bajos solo para tapar agujeros en el presupuesto. Para Tofoni, es hora de romper el círculo vicioso y entrar en uno virtuoso que permita desarrollo sostenible.