La historia arrancó rápido en Avellaneda. Hidalgo desbordó, metió un buscapié, y Ávalos no perdonó para el 1-0. Sobre el final del primer tiempo, el juvenil sorprendió a todos: recibió un pase de Marcone y definió con clase para clavar el segundo. En una tarde soñada, el pibe hizo delirar al Libertadores de América.
El segundo tiempo pudo ser goleada, pero Ingolotti le atajó un penal a Ávalos. Después, Central Córdoba se animó un poco más y tuvo sus chances, pero Rodrigo Rey respondió como siempre y evitó el descuento. Para colmo, Hidalgo salió lesionado y preocupó a todos.
Con este triunfo, el Rojo queda a un punto de Boca en la tabla anual y todavía sueña con la Libertadores. Los hinchas despidieron con aplausos al equipo, que se ilusiona gracias a los pibes de Villa Domínico.